Días atrás el Secretario de Finanzas de nuestra entidad, Alfredo Dulke, recibió en la Sede de Avenida Mitre a los compañeros del Sindicato de Empleados Municipales de San Nicolás, para entregar un subsidio económico destinado a las familias de los compañeros damnificados por las inundaciones que se produjeron durante el mes de enero en la localidad de La Emilia, situada al norte de la Provincia de Buenos Aires.
El miembro del Consejo Directivo de nuestra histórica Federación se reunió con Desiderio Monzón, Secretario General del Sindicato nicoleño, y su Secretario Gremial, Daniel Capel, quienes lo pusieron al tanto de la situación de las casi 20 familias de municipales afectadas de dicha delegación, a causa del intenso temporal de lluvia que produjo la crecida de las aguas del Arroyo del Medio, y su desborde.
Cabe destacar que prácticamente la totalidad del pueblo –alrededor de 7.000 habitantes- fue evacuado y que lentamente, y a poco más de 15 días de la catástrofe, comienza a retomar su ritmo normal, lamentando pérdidas que se estiman millonarias, en lo que fue la peor tragedia hídrica de los últimos 50 años en la región.
Dulke aseguró que “al igual que con los compañeros de Pergamino, siendo la entidad madre de los municipales de la Provincia, estamos a disposición y para dar la asistencia necesaria a las familias que en algunos casos lo han perdido todo”.
Monzón, por su parte, explicó que “son alrededor de 20 familias de afiliados las afectadas, y en su mayoría han perdido todo. Si bien lo peor ya pasó, y los compañeros han regresado a sus hogares, necesitamos de la ayuda de todos para brindarles contención, por ello es muy importante la mano que nos da nuestra Federación que conduce el Compañero Oscar Ruggiero”.
El Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales de San Nicolás, indicó que al momento la mayor preocupación pasa por conseguir muebles y colchones para las familias damnificadas, ya que el agua “arrasó y arruinó todo”, para poder enfrentar una inundación que no ocurría en tamaña medida desde hace cincuenta años.
“Si bien la situación hoy por hoy ha mejorado, y los compañeros han vuelto a sus hogares, la realidad es que en la mayoría de los casos lo han perdido todo”, concluyó.