Esta mañana el Secretario General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la provincia de Buenos Aires, Oscar Ruggiero, junto a su Secretario Adjunto, Humberto Bertinat, encabezaron el acto homenaje en memoria del 31° Aniversario del paso a la inmortalidad del fundador de la entidad, Gerónimo Izetta, que se llevó a cabo en la plaza que lleva su nombre en la ciudad de Avellaneda, y contó con la presencia de unos de sus dos hijos, Eduardo Daniel.
Participaron el Secretario de Acción Política de la FSTMPBA, Jorge De Rosa; el Secretario de Planificación Estratégica, Walter Leonardi; el Secretario Administrativo y de Vivienda, Eduardo Avellaneda; el Secretario de Formación Profesional, Carlos Campos; la Secretaria de la Mujer y la Familia, Silvia Maldonado; el Secretario de Prensa y Propaganda, Juan José Maury; y el Subsecretario de Legal y Técnica, Martín Fiorillo, junto a secretarios generales de organizaciones de base adheridas a nuestra entidad.
Durante el mismo se realizó un minuto de silencio a la memoria de Izetta, e hicieron uso de la palabra el compañero Eduardo Izetta, y el máximo dirigente federativo, Oscar Ruggiero, quien visiblemente emocionado aseguró para él fue un honor poder rendir homenaje a un gran dirigente gremial que tuvieron los trabajadores municipales.
“Ya no quedan dirigentes como Gerónimo Izetta. Él siempre puso los intereses de los trabajadores municipales por encima de sus intereses personales por eso constituye nuestra bandera, y lo seguirá siendo en el futuro, porque siempre nos acompañará, por eso éste reconocimiento para el hombre que marcó el camino y la historia del municipalismo no sólo de la provincia, sino de la República Argentina”, aseguró Ruggiero.
Posteriormente las autoridades presentes situaron una ofrenda floral en el monolito ubicado en el sector central de la plazoleta ubicada en la intersección de las calles Vélez Sarsfield y Colón que lleva el nombre de Izetta, en la ciudad de Avellaneda, finalizando de esa manera el homenaje al líder indiscutible de los trabajadores municipales del país.
APERTURA DE ACTIVIDADES CON UNA OFRENDA FLORAL
A primera hora, en la sede central federativa, los Secretarios presentes al momento de la apertura de actividades junto a los empleados que allí se desempeñan homenajearon la memoria del fundador de nuestra entidad colocando una palma floral en el sector en donde está ubicado el busto de Izetta, en memoria de un compañero que abrazó de manera incansable los ideales de una doctrina que, aún hoy, alberga la necesidad de desarrollar la justicia social.
Don Gerónimo Manuel Izetta nació en Gualeguaychú, Entre Ríos, el 16 de mayo de 1916, proveniente de una familia de trabajadores. Estuvo casado con Marta Elena Galetta, con quien tuvo dos hijos, Nora Elena y Eduardo Daniel.
A los 18 años de edad dejó su tierra natal para llegar a la provincia de Buenos Aires, su primer lugar de residencia fue la ciudad de Ensenada e ingresó a trabajar en la industria frigorífica que por esos años era insipiente en las tierras de Berisso.
Poco después volvió a mudares y pasó a formar parte del plantel de trabajadores municipales de Avellaneda. Partícipe activo de los recordados hechos del 17 de octubre de 1945, fue uno de los fundadores y conductores del Sindicato de Obreros y Empleados de Avellaneda.
Desde ese ámbito encaró el proyecto de unificación de todos los municipales a nivel provincial y es así fue que en 1948 logró conformar la Federación de Obreros y Empleados Municipales de la Provincia de Buenos Aires, que luego de un cambio de denominación se convirtió en la actual Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Buenos Aires.
Desde 1952 y hasta su muerte estuvo al frente de nuestra entidad diagramando junto a otros compañeros una estructura que ratificó los objetivos de su creación.
Pero su empuje continuó hasta llegar a la organización nacional, con la fundación de la Confederación de Obreros y Empleados Municipales Argentina (COEMA).
El nacimiento de la nueva entidad se produjo el 8 de noviembre de 1958, cuando se obtuvo la Personería Gremial, hecho que dio lugar a la celebración del “Día del Trabajador Municipal”, en esta fecha.
En el año 1945 se había sumado a los ideales de la naciente Doctrina que albergaba la necesidad de desarrollar la Justicia Social para los trabajadores. Su lucha lo obligó a exiliarse en el Uruguay en el año de 1955 y en varias oportunidades fue encarcelado por defender sus ideales siendo víctima de torturas y persecuciones.
Volvió al país luego, retomando su actividad sindical llegando a ser Diputado Nacional durante los años 1963 y 1966; fue miembro de la Confederación General del Trabajo; Presidente del Congreso que consagró a José Ignacio Rucci Secretario General de la C.G.T; fue uno de los que actuó por el retorno al país del General Perón, al que pudo visitar en España en el exilio de Puerta de Hierro.
El golpe militar del 1976 no lo relegó en su accionar y en el año 1977 fue detenido nuevamente al gestarse el primer Paro Nacional contra la dictadura, denominado “de los 25”.
En la cárcel, su salud comenzó a deteriorarse y fue trasladado más tarde a un centro sanitario. Pudo ver el regreso de la democracia continuando con su labor y con su ejemplo de sacrificio y austeridad.
“Fue uno de los hombres más importantes del Peronismo”, al decir del propio General Juan Domingo Perón fue uno de los nexos durante su exilio con el Movimiento Obrero Organizado.
Murió el 21 de julio de 1991 en una casa que sus propios compañeros de época le recomendaron e insistieron en que compre y es lo único bien material que le dejó a su familia. Eso lo marca como ejemplo.